Montesilvano
El medio más cómodo para desplazarse en Montesilvano es desde luego la bicicleta:
gracias a la calle-parque y al carril bici a lo largo de la costa es posible alcanzar en un cuarto de hora el centro de Pescara ¡eliminando el estrés de buscar aparcamiento!!!
Los orígenes de Montesilvano
Las noticias más antiguas relativas al primer núcleo urbano, aquél asentado en la colina, se remontan a 1114: un documento del rey normando Rogelio, mencionando la iglesia de S. Quirico (hoy ya no existe), nombra por primera vez la localidad Montesilvano que vuelve a aparecer en 1140 en una descripción de la Diócesis de Penne.
Sin embargo, otras fuentes remontan, entorno al año 872, los asentamientos más antiguos en Montesilvano Colina:
La referencia cronológica nos ha sido confirmada indirectamente por una fuente de indudable fiabilidad: el celebre Choricon Casauriense, cuando fija en ese año la fundación del monasterio de S. Clemente en Casauria, recordándonos que éste último y la Diócesis de Penne se repartieron la jurisdicción y se alternaron en la posesión de la iglesia y del Territorio Comprendido entre los ríos Saline e Pescara.
En los siglos siguientes, el borgo, objeto de permutas y rescates, pasó de Fernando de Aragón a diferentes potentados hasta llegar a Manfredino Giovanni de Miguel de Valencia, vendido por 5500 ducados. En el ‘600 se podían contar menos de cien “fuegos” (familias). En el ‘700, lo encontramos bajo la dominación de los austriacos y en 1738 devino posesión borbónica. En 1814 se ve envuelto en los motines de los ‘carboneros’ y más tarde, en ausencia de hombres capaces de gobernarlo, el pequeño centro se englobó en el ayuntamiento de Cappelle. Sólo en 1904 volverá a adquirir una autonomía completa y la sede del Municipio, en el verano del 1926, será desplazada de la Colina a la Marina, donde tras los primeros asentamientos de 1852 llevados a cabo por la familia Piscione, siguieron otras viviendas, todas distribuidas en torno a la estación ferroviaria. Y fue ésta última, tras 1863, quien determinó el desarrollo de la ‘Contrada Marina’ (que más tarde se llamará Montesilvano Playa, borrando la vaga “expresión geográfica” de ‘Contrada Saline-Mazzocco’, según se denominaba hasta el 1861, año de la Unificación italiana). Una de las celebres Contradas de Montesilvano, Villa Carmine, tiene sus profundas raíces en la época romana, lugar donde existía ya desde el III siglo a.C. un templo pagano, sobre el que, se edificó la pequeña iglesia existente en la actualidad dedicada a la Virgen del Carmelo. Un área, la de Villa Carmine, que conoció su esplendor económico gracias a la presencia de las salinas, cuyo producto durante la época imperial se enviaba a Roma.
gracias a la calle-parque y al carril bici a lo largo de la costa es posible alcanzar en un cuarto de hora el centro de Pescara ¡eliminando el estrés de buscar aparcamiento!!!
Los orígenes de Montesilvano
Las noticias más antiguas relativas al primer núcleo urbano, aquél asentado en la colina, se remontan a 1114: un documento del rey normando Rogelio, mencionando la iglesia de S. Quirico (hoy ya no existe), nombra por primera vez la localidad Montesilvano que vuelve a aparecer en 1140 en una descripción de la Diócesis de Penne.
Sin embargo, otras fuentes remontan, entorno al año 872, los asentamientos más antiguos en Montesilvano Colina:
La referencia cronológica nos ha sido confirmada indirectamente por una fuente de indudable fiabilidad: el celebre Choricon Casauriense, cuando fija en ese año la fundación del monasterio de S. Clemente en Casauria, recordándonos que éste último y la Diócesis de Penne se repartieron la jurisdicción y se alternaron en la posesión de la iglesia y del Territorio Comprendido entre los ríos Saline e Pescara.
En los siglos siguientes, el borgo, objeto de permutas y rescates, pasó de Fernando de Aragón a diferentes potentados hasta llegar a Manfredino Giovanni de Miguel de Valencia, vendido por 5500 ducados. En el ‘600 se podían contar menos de cien “fuegos” (familias). En el ‘700, lo encontramos bajo la dominación de los austriacos y en 1738 devino posesión borbónica. En 1814 se ve envuelto en los motines de los ‘carboneros’ y más tarde, en ausencia de hombres capaces de gobernarlo, el pequeño centro se englobó en el ayuntamiento de Cappelle. Sólo en 1904 volverá a adquirir una autonomía completa y la sede del Municipio, en el verano del 1926, será desplazada de la Colina a la Marina, donde tras los primeros asentamientos de 1852 llevados a cabo por la familia Piscione, siguieron otras viviendas, todas distribuidas en torno a la estación ferroviaria. Y fue ésta última, tras 1863, quien determinó el desarrollo de la ‘Contrada Marina’ (que más tarde se llamará Montesilvano Playa, borrando la vaga “expresión geográfica” de ‘Contrada Saline-Mazzocco’, según se denominaba hasta el 1861, año de la Unificación italiana). Una de las celebres Contradas de Montesilvano, Villa Carmine, tiene sus profundas raíces en la época romana, lugar donde existía ya desde el III siglo a.C. un templo pagano, sobre el que, se edificó la pequeña iglesia existente en la actualidad dedicada a la Virgen del Carmelo. Un área, la de Villa Carmine, que conoció su esplendor económico gracias a la presencia de las salinas, cuyo producto durante la época imperial se enviaba a Roma.